Y ahora qué?

Cuando llegas al final de un camino, de un recorrido, largo o corto, sencillo o pedregoso... te preguntas "Y ahora qué?" Hay un puente que enlace con otro camino? o debo saltar?

Qué angustia no saber qué viene después... qué miedo a lo desconocido...

Entiendo que estés cansada de caminar, que te apetezca parar...

Entiendo que no veas el puente que te da paso al siguiente tramo, que el río que tienes que cruzar te parezca enorme y peligroso. Entiendo que la cueva donde debes pasar algunas noches te parezca fría, solitaria...

Las piedras en el camino te han hecho daño en los pies, esos que creías curtidos por toda una vida caminando descalza
La sed se hace insoportable y temes beber, tú que bebiste de todos los arrollos y fuentes que encontraste a tu paso
Crees no saber hacia dónde ir, tú que siempre has sigo la guía en los paseos

Es posible que estés buscando un camino sin piedras, ni ríos ni cuevas. Es posible también que el agua que calme tu pies sea la que sacie tu sed... y la que te esté indicando hacia dónde ir... pero no puedas verlo ahora mismo.

Pero no olvides nunca que a lo largo del camino encontrarás cientos de caminantes, que comprenden tu cansancio, tu dolor, tu incertidumbre y tus miedos. Que han tenido piedras en sus zapatos, del mismo camino que tú o de otros parecidos. Que se han caído y levantado. Caminantes que están dispuestos a ofrecerte su hombro, a cargar con tu equipaje y darte de beber.

Suelta el equipaje durante un momento, bebe, charla con tus compañeros/as de andanzas, sonríe, vístete durante un rato con tu nariz roja y hazlos reír, ríete tú también... Después vuelve a mirar y verás el puente seguro, el río tranquilo y la cueva acogedora.

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